Evita la Morosidad.
Ser moroso no está bien visto por el resto de los vecinos. Siempre que la situación económica te lo permita, no dejes de abonar puntualmente los recibos de la comunidad.
Asistencia a las Juntas.
Tras una dura jornada laboral lo último que te apetece es llegar a casa y tener que asistir a una junta de vecinos. No lo pienses, acude y participa porque de tus decisiones dependerá que la comunidad funcione correctamente.
Piensa en Comunidad.
Recuerda que tu hogar no comienza en la puerta de tu piso, sino que se encuentra desde que entras al portal del edificio.
Respeta a tus vecinos.
Los ruidos son un recurrente motivo de queja en las comunidades de propietarios. Si vas a hacer obras en tu casa avisa al presidente y no sobrepases el horario que establece la ordenanza que existe en tu ciudad.